domingo, 29 de mayo de 2011

LA LIBERACIÓN DEL AMA DE CASA




Es injusto que los hombres todavía no participen en las mismas obligaciones de atender las faenas de la casa. Todos deberíamos tener los mismos derechos. Es injusto que ellos se queden mirando desde su descansado sofá con su fresquita cerveza haciéndose una cómoda pajita para correrse de gusto, y que nosotras tengamos que sufrir lumbalgias y artrosis de rodilla para tenerles limpia la casa por amor a ellos, nuestros queridos dueños y señores. La lucha por liberación de la mujer debe de proseguir, a pesar de que tengamos que currar por una casa limpia y bien atendida, si no queremos quedarnos a vestir santos. A propósito, ¿alguien tiene el número de teléfono de la Pajín?.

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